El viejo proverbio «el todo es mayor que la suma de sus partes» también se aplica a Völkl. Porque cada uno de nuestros productos es el fruto no solo de la alta tecnología y la calidad, sino sobre todo de nuestra ilimitada pasión por el deporte, así como de la experiencia y de la pericia de toda la gente de Völkl.

Völkl es a Straubing lo que la nieve al invierno. La familia reside en esta ciudad de la Baja Baviera desde 1875. Como maestro carretero, Georg Völkl inicialmente fabricaba carruajes. Su hijo Franz amplió la producción: embarcaciones, trineos y, oficialmente desde 1923, esquíes, que al principio se vendían con el nombre de «Vöstra».

Franz Völkl junior asumió la dirección de la empresa de su padre en 1952 como tercera generación. Como resultado, modernizó la fabricación de esquíes desde cero. Cuarenta años más tarde, a sus 65 años, colgó sus botas como empresario con la venta de Völkl a la empresa suiza Gregor Furrer & Partner Holding AG.

Las cosas se pueden hacer de otro modo: en 1967 Völkl, conocida por su sólida apariencia conservadora, sorprende con un nuevo y revolucionario diseño de esquí, el legendario patrón de cebra. El sector reacciona con burla, la clientela con entusiasmo. El esquí cebra se convirtió en un éxito mundial.

Völkl se involucró por primera vez en las carreras internacionales de esquí alpino en 1970, modalidad que se convirtió rápidamente en una importante fuerza impulsora de la innovación. Comienza una historia de éxito sin precedentes, rica en victorias en la Copa del Mundo, títulos de campeonatos mundiales y medallas olímpicas.

Entre los atletas de Völkl más conocidos se encuentran Hanni Wenzel, Maria Walliser, Anita Wachter, Frank Wörndl, Katja Seizinger, Brigitte Örtli, Martina Ertl, Christa Kinshofer, Hilde Gerg, Sonja Nef, Alexandra Meissnitzer, Tanja Poutiainen y Nicole Hosp, nuestra ganadora de la Copa del Mundo 2006/07...